miércoles, 25 de mayo de 2011

El Oro de Moscú

¿El oro de Moscú, las armas de los republicanos, o el dinero de Franco? Este oro, o más concretamente, esas 510 toneladas de oro español, viajaron clandestinamente a Moscú la noche del 22 de octubre de 1936 desde el puerto de Cartagena (Murcia), por orden del gobierno de la II República, presidido por Francisco Largo Caballero. Fue Juan de Negrín, ministro de Hacienda, quien impulsó este movimiento estratégico, poco después de estallar la Guerra Civil, para poner, lo que supuso el 72,6% de las reservas de oro del Banco de España, a salvo del bando sublevado. Lo mismo hizo con la cuarta parte restante de las reservas del Banco, las que mandaron en forma de divisas a Francia; lo que se conoce hoy como “El Oro de Francia”.

Juan Negrín, Ministro de Hacienda y
persidente del Consejo de Ministros

Aprovechando la salida del oro, Negrín firmó con la Rusia de Stalin órdenes de venta para que los soviéticos les suministraran armas durante toda la guerra, y desde España realizó otras gestiones que, según él, asegurarían la victoria republicana.
La crisis monetaria que sufrió la España republicana en 1937 fue, al parecer, una consecuencia directa de la decisión de Negrín. En realidad, el oro y los billetes fueron un medio de financiación perfecto, pero supusieron un duro golpe para la moneda, tanto la acuñada como la impresa.
El 3 de octubre de 1936, el rumor que mantenían los nacionalistas sobre las salidas de oro de España comenzaba a tener peso y a ganar credibilidad entre la población con el decreto del Ministerio de Hacienda, que exigía a los españoles que entregasen todo el oro amonedado o en pasta que poseyesen. Esto hizo temer al ciudadano una veloz depreciación de la moneda. En enero de 1937 el gobierno desmintió que se había depositado dicho oro confiscado en el extranjero, pero bajo tal presión, tuvo que reconocer que efectuó pagos con él.
1938, etapa decisiva en la Guerra Civil, Rusia afirma que las existencias de oro se habían agotado. ¿Sospechoso?


"Regla de oro: quien tiene el oro es quien pone las reglas"



Todavía hoy se desconoce el destino de ese dinero… ¿Se lo quedaron los rusos? ¿Regresó a España con Franco al frente? Este tema, en la década de los 70, se convirtió en el objeto de innumerables especulaciones y no quedó libre de polémica y controversia en los años sucesivos.
La historia, de hecho, llegó hasta el cine español en tono humorístico con la película “El oro de Moscú”, dirigida por Jesús Bonilla y estrenada el 28 de marzo de 2003.
Tras estudios, investigaciones y debates, autores como Viñas, Ricardo Miralles o Enrique Moradiellos defienden la gestión política de Negrín al frente del ministerio de Hacienda y como de presidente del Consejo de Ministros y consideran que el envío del oro a la URSS era una buena estrategia política, económica y operativa ante el avance de los sublevados y la no-intervención de las democracias occidentales. Para estos autores, sin la venta de las reservas, no habría habido posibilidad alguna de resistencia militar.
Por otra parte, Martín Aceña mantiene que el envío del oro fue un error que le costó a la República su capacidad de financiación: la URSS era un país geográficamente lejano, de burocracia opaca y funcionamiento financiero ajeno a las normas y garantías internacionales, con lo cual, lo lógico hubiera sido enviar el oro a otros países democráticos, como Francia o los Estados Unidos
Autores como Fernando García de Cortázar, Pío Moa o Alberto Reig Tapia han definido el episodio del oro de Moscú como mítico, debido a su uso para justificar la desastrosa situación de la España de la posguerra. Ángel Viñas se centra especialmente en la presunta falsedad de un mito que considera «franquista», sin embargo, Pío Moa y Olaya Morales le reprochan que, precisamente, las mayores censuras contra la gestión de Juan Negrín no procedieron del franquismo, sino de los propios republicanos, en especial de antiguos correligionarios de Negrín como los socialistas Francisco Largo Caballero o Indalecio Prieto.
El misterio está servido, saquen sus propias conclusiones…
 ¿Dónde está el oro de Moscú?


 
Guiomar Isabel Sanz Martín



Bibliografía:

- Grandes enigmas del siglo XX. Nº 3 : ¿Qué fue del oro de Moscú?
Xavier Casals i Meseguer
 Clío: Revista de historia, Nº. 52, 2006 , págs. 39-44
ISSN 1579-3532 

- El mito del oro en la guerra civil: el oro de Moscú
Angel Viñas Martín
Revista: Historia 16, Nº 11, 1977 , págs. 50-62
ISSN 0210-6353

- ¿Quién se quedó con el Oro de Moscú? 
Revista Muy interesante.

La extraña muerte del hermano del Rey Juan Carlos



Nunca se ha estudiado ni comentado en los colegios españoles, poca gente conoce la historia, y quienes la conocen, no  lo tienen del todo muy claro. 
El 29 de marzo de 1956, Juan Carlos de Borbón, quien posteriormente se se convertiría en rey de España, disparó accidentalmente a su hermano, causándole la muerte.


Juan Carlos y su hermano se encontraban jugando con un arma, y en un momento de descuido,manipuló el arma y se disparó. Juanito sufrió el aprendizaje de la mayor de las desgracias;la de saberse culpable.Culpable en
primer lugar de haber desobedecido a su padre, quien les tenía terminantemente prohibido hacer uso de esa arma, que se encontraba guardada bajo llave.





Don Juan salió como un relámpago del despacho y corrió escaleras arriba, ha
cia el tétrico escenario. Allí descubrió a su hijo Alfonso,de casi quince años, desplomado en el suelo, con un disparo en la frente.Su primogénito Juan Carlos, de dieciocho años, estaba unos segundos antes con él.Desolado, el conde de Barcelona intentó como pudo detener la homorragia,pero su hijo murió irremediablemente en sus brazos.El médico de la Familia Real, José Loureiro, certificó la muerte instantánea.

A partir de este momento, Juan Carlos se enfrentaba directamente con la realidad de la muerte, tan íntimamente ligada a un sentimiento atávico español.

Si hay un caso en la historia de España que pueda incluirse en eso que el escritor británico, Giles Tremlett, llama la "auto-censura de la sociedad española" es la muerte del hermano del actual rey de España Don Juan Carlos I. Una muerte que nunca fue investigada por la justicia española ni por la del país luso. 



Una de las razones por las que el terrible acontecimiento de mantuvo al margen de los medios de comunicación y de la opinión pública, fue porque Franco, creyó oportuno que se hiciera de este modo con el fin de salvaguardar la imagen de Juan Carlos I, su posible sucesor en el trono.




¿ Censura?






Bibliografía


http://www.suite101.net/content/la-muerte-de-alfonso-de-borbon-hermano-del-rey-don-juan-carlos-i-a25831
http://newsgrupos.niuz.biz/es-charla-politica-misc/561110-la-muerte-de-alfonso-de-borbon.html


http://libertadesinformacion.blogspot.com/2008/10/el-asesinato-del-hermano-del-rey.html

martes, 24 de mayo de 2011

La maldición de Tutankamón

Los antiguos egipcios creían que después de la muerte, los faraones empezarían una nueva vida y para ello, llenaban sus tumbas de valiosas joyas, alimentos y otros útiles.
Los antiguos monumentos egipcios  nos hablan de historias que recogen milagros y misterios que no dejan a nadie indiferente.
Las tumbas de los faraones se encuentran en el conocido Valle de los Reyes  y es allí donde permaneció , durante miles de años, oculto el cuerpo  de Tutankamón .
Durante siglos este valle fue saqueado en múltiples ocasiones  y estudiado por diversos arqueólogos de manera que se tenía el convencimiento de que dicho valle ya no tenía nada que ocultar .
No obstante, en torno a 1920, Howard Carter estaba decidido a encontrar la tumba de Tutankamón  y siguió investigando con la ayuda de su mecenas lord Carnavon.
Las excavaciones duraron mucho tiempo, pero finalmente encontraron unas escaleras que parecían ser el principio de un  gran descubrimiento. Cuando accedió  al sitio en cuestión observó que también había sido saqueado. No encontró el sarcófago de Tutankamón , aún así no abandono y siguió su búsqueda, encontró una puerta sellada y tras un duro trabajo finalmente hallaron la tumba del joven faraón rodeado de lujos y maravillas.
                      
Esta es la historia, ahora comienza la leyenda.
Son muchos los que creen que al profanar la tumba de un faraón, una maldición recaerá sobre los implicados en ella.
Los misterios que envuelven la tumba de Tutankamón y las sucesivas muertes que se produjeron a su alrededor hacen pensar que una maldición se desató al profanar la tumba del joven faraón.
En primer lugar, el canario de Howard Carter, que presenció el descubrimiento, murió a manos de una cobra de manera violenta.
Lord Carnavon moriría semanas después a consecuencia de una picadura de mosquito.
De las 15 personas que presenciaron la apertura de la tumba, 12 morirían, la mayoría por causas no naturales.
Las víctimas de la supuesta maldición  se fueron sumando y años después, murió el mismo descubridor de la tumba, Howard Carter.
Si existe o no la maldición de Tutankamón, es algo que todavía no se ha podido explicar .
Se puede pensar que es solo una invención, algunos creen que el culpable de las muertes es un hongo mortal que se liberó al abrir la tumba o simplemente se puede pensar que las muertes son solo un cúmulo de casualidades que nada tienen que ver con el faraón.
¿Maldición o coincidencia?
                                                                                                                   

                                   

BIBLIOGRAFÍA 
- Dioses, tumbas y sabios
C.W.Ceram

España:Ediciones Destino,1982(España:impreso y encuadernado por Printer, 1982)-464 páginas-(23085-1982)
ISBN 84-226-1439-1
-Javier Gómez. La tumba de Tutankamon.2007.Disponible en http//sobrehistoria.com/la-tumba-de-tutankamon/
-"Tutankhamón, el joven faraón" (documental)

Escrito por Miriam Plaza Rivera





jueves, 19 de mayo de 2011

El Guerrero de Medina de las Torres

 Para empezar nuestro blog, la primera historia que vamos a tratar pertenece a un pequeño pueblo de Badajoz. Como todos sabemos, esta zona de España es muy rica en yacimientos arqueológicos y no es raro encontrar restos de otras culturas que habitaron en la península durante un determinado periodo de tiempo.


 Medina de las Torres es un pueblo que se encuentra al sur de Badajoz. En este pueblo a principios del siglo XX se encontraron unas figuritas de tres guerreros que en estos momentos una se encuentra en el British Museum de Londres. Pero para llegar hasta ahí tiene una historia realmente interesante, y lo verdaderamente curioso no es que esté en el British Museum, si no por qué no está en el Museo de la provincia de Badajoz, que es donde debería estar, y cómo ha llegado hasta ahí.



Bueno, comencemos el viaje de estos guerreros. Para empezar nuestro viaje nos situaremos en 1845. Medina de las Torres tomó fama porque en este año se llevaron a cabo unas excavaciones donde se descubrió una ciudad romana, Contributa Iulia. (Actualmente estas ruinas pueden visitarte, pero aún queda mucho por descubrir).

En este trabajo la Comisión de Monumentos de Badajoz se involucró de lleno. Pero a medida que avanzaba la excavación el desanimo era mayor. Una vez encontrados los restos importantes, solo aparecían cimientos y piedras sueltas. Además la Comisión atravesaba un momento de crisis, entonces decidió abandonar la excavación.

En 1865, la Comisión se recuperó pero ya no interesaba este proyecto; solo interesaba recuperar las piezas que estaban guardadas en el ayuntamiento local para llevarlas al Museo Provincial de Badajoz. Así se perdió el interés.


En 1870, se empieza a construir la línea de ferrocarril Zafra-Huelva. Como no, en este pueblo se tenía que construir una pequeña estación. Así, se construye una pequeña estación apeadero con una sola línea de vías. Esta estación funcionó hasta 1902, que es cuando se empieza a construir la estación donde se encuentran los guerreros. Estas obras fueron llevadas por la sociedad Sundhem&Doech. Trajeron 26 trabajadores ingleses, de los cuales 15 eran capataces y los demás eran arquitéctos o técnicos o fotógrafos. También participaron  lugareños a las órdenes de los ingleses.

Cuando se comenzó a construir la otra estación en Medina los ingleses se dieron cuenta que en algunas zonas aparecieron restos de construcciones. Al mover tierra, aparecían objetos. El problema era que se tenía mucha prisa para acabar las obras...entonces estos descubrimientos no tenían importancia. Pero poco después, justo donde se iba a construir la estación encontraron un gran trozo de mármol. Era la representación de "las siete cabezas de Minerva". Además aparecieron más objetos pero poco después aparecieron dos figurillas de bronce representando a un Guerrero. Se encargaron rapidamente de cogerlas. La primera salió sin problemas pero a la segunda se le rompió las agarras que tenía en los pies. Para sorpresa de los presentes, apareció una tercera estatua mucho mejor conservada, ya que en una mano agarraba un escudo.

El problema fue que el ayuntamiento no avisó a la Comisión de Monumentos de Badajoz por el desinterés que mostraron en 1865, aunque algunos restos fueron entregados al Museo Provincial de Badajoz.



Guerrero de Medina de las Torres
¿Qué hizo el ayuntamiento? Vamos a situarnos en 1903, en plenas elecciones locales. El recién nombrado alcalde no quería intervenir en la obra porque, además de que muchas familias comían de ella, sería grave que sufriera un retraso. Para recoger los restos encontrados nombró a un vecino de confianza. Por esta época la Comisión de Monumentos atravesaba otra gran crisis, muere el vicepresidente Luis Villanueva y el presidente Romero de Castilla dimite. Durante este problema institucional se dejan de lado las adquisiciones de las piezas y en cuanto a los guerreros se desistió, y los llamaron guerreros de Valencia del Ventoso, pero poco a poco se alejaron de la Comisión y del museo.

La mayoría de los objetos se los quedaron los ingleses ya que dirigían la obra. La primera de las estuatuillas fue guardada por un inglés, un capataz que estuvo recorriendo algunas obras de los ferrocarriles de la geografía española. Cuando volvió a Londres la vendió al British Museum. Primero para darle más importancia, dijeron que era de la ciudad de Lorca, pero más tarde el propio museo reconoció que su procedencia era Medina de las Torres. De esto no tiene constancia la Comisión de Monumentos. Todos sabemos que al museo británico se le está pidiendo muchos de sus objetos por haber sido robadas durante la estancia de los ingleses en dichos países. La segunda estatuilla probablemente fue vendida en el mercado negro y hasta el día de hoy no se sabe nada de ella. De ella solo queda una fotografía y no muy buena. La tercera estatua fue a parar en manos de un albañil del pueblo. No la vendió y actualmente tendrá una función decorativa y está pasando de generación en generación.


Como conclusión, si la Comisión hubiera actuado de otro modo, así como el ayuntamiento que tenía en mente el abandono de la vez anterior, actualmente tendríamos alguna de las tres figurillas es España, en el museo de Badajoz. También es cierto, que esta historia es tan curiosa por el final de las figurillas, por donde acaban. Quizás si hubieran acabado en un museo de nuestro país, no nos llamaría tanto la atención ni nos produciría tanto interés, porque siempre lo que tenemos en casa nos parece común y aburrido aunque sea lo más maravillo del mundo. 

BIBLIOGRAFÍA
Guerreros de Medina de las Torres
Daniel Palacios Cerrato
Badajoz 
Diputación de Badajoz  2009-62 págs
8 ilustraciones 10x20
BA:362/09

Historia de Medina de las Torres
José Antonio Barrientos y Salas-Pablo Ortiz Romero, Federico Fractuoso Barrientos
Badajoz
Diputación de Badajoz 2004 146 págs
23x13
D.L. 23/04

Escrito por Ianire Lozano